El acta que le dio origen informa que la reunión fundacional se realizó el 31 de enero de 1946 en el local del Automóvil Club, por invitación de Obdulio Basso Dastugue como médico y de Héctor E. Crosta odontólogo de paso por la ciudad.
Para entonces se había invitado a todos los profesionales actuantes en el entonces Territorio Nacional, algunos de los cuales estaban presentes y otros habían mandado poderes para la asamblea constitutiva. Entre los propósitos figuran los de fomentar el espíritu de solidaridad, defender los interés comunes y los principios éticos y propender al mejoramiento intelectual y científico de los asociados.
En ese acto se eligió una comisión provisoria de cuatro miembros integrada por los doctores Tomás M. González, Ovidio Andrada, Salvador Montoya y Ulpiano Blanco. El acta se cierra con la firma de los presentes y los representados por poder, con los nombres de los dos convocantes y los doctores José A. Basile, José Curci, Vicente De Paz, Martín R. Garmendia, Armando J. Muñoz, Ricardo A. Pereyra, José Schemper, Segundo Taladriz, Julio Tapia, Juan R. Valentino, Walter Asper, Nélida Iriart de Bronemberg, Alberto Leiva y Luis Pestana.
Las elecciones para conformar la primera comisión directiva definitiva se realizaron el 25 de agosto y el 3 de noviembre asumieron sus cargos: Tomás M. González como presidente, Anselmo Palau como vice, Ulpiano Blanco en carácter de secretario y Alberto Leiva en el cargo de tesorero. Los vocales fueron Martín Garmendia, Ovidio Andrada y José Curci.
Los recuerdos
Durante los primeros tiempos la colegiación no estaba encarnada como una necesidad en las distintas profesiones y el médico, por su propia actividad, parecía como un individualista. Gregorio Canestro narra su propia experiencia:
"Ovidio Andrada fue uno de los impulsores y caminante permanente por los pueblos de La Pampa. Mi padre estaba en Realicó y yo me radiqué aquí por el '58, nuevecito al lado de Andrada, Torroba, Garmendia, Pangallo, Furch o De Paz, siguiéndolo a Lordi, que me llevaba diez años.. No había muchos médicos en la ciudad y la lista, por lo que recuerdo, se completaba con Pedraja, Miré y Jensen."
Las obras sociales eran pocas: maestros, ferroviarios, empleados de comercio, correo y fuerzas armadas. Comenzaron a firmarse convenios de honorarios médicos, cobrándose el 80 % del valor de la visita.
"La tercera etapa fue destinada a acentuar la socialización. Comenzó con el nomenclador médico, las prestaciones tabuladas y la medicina des individualizada, en la que el paciente ya no era José Perez, era un apendicitis, un infarto y cosas así."
El transcurrir del tiempo A lo largo de casi 67 años el Colegio Médico ha vivido las experiencias, alegrías y vicisitudes de la sociedad argentina como todas las instituciones que la integran.
|